El Rally Dakar 2015 recorrió 9.000 kilómetros por Argentina, Chile y Bolivia y consiguió consagrar a veteranos campeones pero también le hizo lugar a nuevas figuras en las primeras filas de los premiados.
La competencia, que largó el 5 de enero desde Baradero reeditó el recorrido bucle con partida y llegada en Buenos Aires después de cuatro años, cuándo vió arribar a la meta a 207 de los 406 pilotos que habían iniciado la carrera, lo que demuestra la dureza de la competencia, en la que el clima fue un factor clave y muy cambiante.
Si bien éste año hubo menos arena que en los anteriores en Sudamérica, las dificultades para los pilotos no fueron menores ya que tuvieron que enfrentarse a caminos muy técnicos, rápidos y sobre todo muy diversos como dunas, tierra, piedras, ripio, fesh-fesh y hasta un salar inundado.
El calor extremo en las primeras etapas en la Argentina y el frío gélido en los pasos de frontera y en Bolivia imprimieron un dramatismo especial a la carrera y su caso más extremo y trágico fue del piloto polaco Michal Hernik que falleció en la tercera etapa entre San Juan y Chilecito (La Rioja) por deshidratación.
Otro caso lo contó al diario español Marca, Juan Carlos Carignani, nacido en Córdoba representando a Italia, estaba seguro de que no saldría con vida al ser atrapado por el mar de fesh fesh que fue una de las complicaciones más duras que atravesaron los pilotos en dicho tramo.
«Fue una situación crítica porque yo llamaba al compañero y no me respondía. En ése momento es cuando me vine abajo y me preparé para lo peor. Ví que mi vida corría peligro. Grabé ése mensaje porque sin duda ha sido la situación más límite a la que me he enfrentado en el Dakar», relató el piloto que corre con un cuatriciclo Yamaha.
«Estaba consciente pero no podía hacer nada, ni pedir ayuda. No es como cuando te caes y te golpeás, que no te podés mover porque sabes que estás lastimado. Aquí no tenía nada más que fiebre por todo el cuerpo, pero no me podía mover. Hasta que uno no vive una situación de estas no te das cuenta de cuan extrema puede llegar a ser esta carrera», detalló.
Afortunadamente, y en condiciones de agonía, Carignani pudo ser asistido y, no contento con eso, decidió seguir en carrera: «Mi compañero se rindió, pero yo no quería subir al helicóptero aunque ellos querían que lo hiciera».
Y para cerrar con un broche ésta historia, el piloto terminó decimotercero en la general y finalmente cumplió lo que fue una hazaña: llegar al final de un Dakar que lo puso cara a cara con la muerte.
El frío y las lluvias hicieron de las suyas en Bolivia, cuándo las motos disputaban la séptima etapa de Iquique (Chile) hacia Uyuni, y fueron sorprendidas por lluvias, crecidas de ríos y temperaturas muy bajas, por lo que muchos pilotos debieron ser asistidos por hipotermia.
El Pato Juan Manuel Silva debió abandonar el Rally Dakar 2015 en la categoría autos, trás un impresionante accidente que sufrió en la séptima etapa, ya en Bolivia. Su vehículo dió siete vueltas y no sufrió heridas, salvo su navegante, Juan Pablo Sisterna que fue trasladado a Uyuni por una fractura en el tobillo de su pié.
«Fue fuerte en un lugar muy rápido. Levanté, pero me encontré con un badén con una rampa muy fuerte. El auto salta, pica y cae de punta y comenzó a girar dando vueltas, fue una desgracia con suerte y ya sabemos a lo que estamos expuestos», señaló Juan Manuel Silva.
«Fue un momento de mucha tensión. Cuando nos bajamos, otro auto también volcó y se prendió fuego. Nos asustamos muchísimo y esos tripulantes pudieron salir ilesos. También casi vemos otros dos tumbos, esta carrera es así, la más difícil del mundo, casi 9000 km y tiene estas cosas», agregó el chaqueño.
Albert Llovera en su buggy adaptado marcha penúltimo en la clasificación general, pero nadie puede borrarle la sonrisa al andorrano que cumplió con su gran objetivo: terminar la exigente prueba del Dakar en Tecnópolis.
Con curaciones diarias para permitirle afrontar cada etapa para salir de su silla de ruedas y afrontar, junto a su asistente el catalán Alex Haro, con el exigente trazado de éste 2015 con todas las inclemencias climáticas, la altura, las dunas y todo obstáculo que se le pueda presentar como imprevisto.
«Estamos intentando cerrarlo todo cuándo justo hace un año me quedé ahí en buscar completar aquel gran objetivo que le quedó trunco en el desafío africano 2007 o el año pasado en tierras sudamericanas. En la cabeza de Albert Llovera siempre está la busqueda de nuevos desafíos como los Juegos Olímpicos de Invierno, baloncesto paralímpico, el automovilismo tanto de rallys como de velocidad, hasta los trabajos especiales con la NASA.
El Dakar 2015 implementó etapas maratón (sin asistencia mecánica entre jornada y jornada) para autos y camiones, algo que no se había hecho desde sus tiempos en Africa y para las motos añadió un esfuerzo extra para los pilotos de dos ruedas.
En lo deportivo los grandes candidatos fueron los que se llevaron el mayor logro como el catalán Marc Coma en moto (KTM), Nasser Al Attiyah en autos (Mini) y el polaco Rafal Sonik (Yamaha) en cuatriciclos, fueron las mayores sorpresas que las certezas.
Entre las sorpresas negativas, el campeón de 2014 en autos, el catalán Nani Roma(Mini), se quedó sin chances apenas a 10 kilómetros de iniciado el Dakar 2015, cuando el motor del auto ahogó sus expectativas de revalidar el título, hasta que terminó excluido en la décima etapa.
El español que quedó afuera temprano fue el campeón de 2010, Carlos Sainz, quién estaba al mando de uno de los tres Peugeot que volvían al Dakar después de 25 años y después de clasificar cuarto en la tercera etapa, terminó volcando y destrozando el auto en la siguiente.
Otro campeón que se quedó sin llegar al final fue el chileno Ignacio Casale (Yamaha), quien llegaba a éste Dakar con la idea de repetir el título en cuatriciclos y terminó abandonando en la décima etapa.
También estuvieron los que casi acariciaron el título pero fueron víctimas de la ley número uno del rally más extremo: un Dakar nunca se gana hasta cruzar la meta de llegada.
El caso testigo es del español Joan Barreda (Honda), quién llegó a liderar el Dakar hasta la séptima etapa, y cuándo su moto no soportó las exigencias del majestuoso salar de Uyuni terminaron sus aspiraciones de victoria, pero logró ubicarse 17 en la general.
El mendocino Orly Terranova (Mini), candidato al podio final y ganador de cuatro etapas, iba tercero en la general cuándo en la cuarta etapa la rotura del porta masa lo dejó varado varias horas y perdió la chance de estar entre los mejores. A pesar de no lograr su objetivo terminó 18 en la general, y completó su Dakar y fue el que más victorias de etapa ganó.
En cuatriciclos, el cordobés Jeremías González Ferioli fue uno de los grandes gladiadores de éste Dakar, que lo convirtió en el piloto más joven en ganar una etapa en la historia del rally.
Jeremías González Ferioli, de 19 años, había llegado con el objetivo de terminar en el podio y en Baradero terminó siendo un brillante escolta del campeón Rafal Sonik, beneficiado por la deserción de Casale, del uruguayo Sergio Lafuente y del argentino Sebastián Halperin.
Entre las sorpresas destacadas estuvo Emiliano Spataro, quén con una Renault Duster preparada por un equipo íntegramente argentino, peleó entre los 10 primeros y en éstas dos últimas etapas entró en la historia para repetir dos terceros puestos. Pero el piloto bonaerense, 20º en la clasificación general, sufrió la rotura de la parrilla en la etapa maratón, camino a Uyuni que le impidió darse la satisfacción de terminar entre los 10 primeros.
También sorprendieron el chileno Pablo Quintanilla (KTM), cuarto en motos, y otro debutante el australiano Tobby Price (KTM), tercero, junto a la española catalana Laia Sanz, que terminó novena, convirtiéndose así en la mejor piloto mujer de la historia del Dakar sudamericano.
Final DKR Tecnópolis
Tribuna NOTI DxTe1000 